Carlos Alcaraz ha tenido un inicio de temporada 2025 con un sabor agridulce. Ofreció un buen nivel de juego ante jugadores contra los que tenía que hacerlo en las primeras rondas del Open de Australia. Sin embargo, cuando le llegó el primer hueso duro de roer, no pudo con la presión. Un Novak Djokovic mermado físicamente le ganó la partida mental y tenísticamente.
A diferencia de estos últimos años, Carlitos no va a hacer la gira sudamericana sobre tierra batida. El murciano ha preferido quedarse en Europa para disputar el ABN AMRO Open Rotterdam, un torneo que nunca ha jugado hasta ahora. Allí estará como cabeza de serie número 1, tras la renuncia de Jannik Sinner después de revalidar con éxito su título en el primer Grand Slam del año.
Esa es la principal razón por la que Alcaraz será ahora el máximo favorito. Sinner ganó el evento el año pasado y fue finalista en 2023, pero los tres ganadores anteriores estarán presentes y actuarán como principales rivales del español. Daniil Medvedev, campeón hace dos años, Felix Auger-Aliassime, en 2022, y Andrey Rublev, en 2021. Además, el finalista de hace tres temporadas, Stefanos Tsitsipas, ha pedido una invitación de última hora, lo que hará la competencia más dura.
Pero ninguno de ellos está en su mejor nivel, mientras que Carlos demostró en Australia que está claramente por encima de esos cuatro nombres. El resto de la lista de participantes cuenta con hombres de primer nivel como Alex de Miñaur o Holger Rune, pero en teoría están por debajo de lo que nos puede ofrecer el 4 veces campeón de Grand Slam.
El primer motivo para pensar que Carlos no se llevará el trofeo en Rotterdam es que se disputa en indoor. Ya sabemos que son unas condiciones que no benefician para nada el juego del número 3 del mundo. No solamente no ha ganado ninguno de sus 16 títulos ATP en pista cubierta, sino que tampoco ha alcanzado nunca la final. Y ya sabemos cómo le ha ido en torneos importantes como el Masters de París o las ATP Finals.
Además, como siempre, tendremos que tener cuidado con los momentos de dudas que nos puede dejar a veces mentalmente. Marcado mucho por un juego agresivo y alegre, cuando no siente la bola tan bien y no es feliz en la pista, eso afecta directamente a sus resultados. En un formato al mejor de tres sets, no tiene tanta margen de recuperación como en un torneo de Grand Slam.