Carlos Alcaraz ha completado un primer tercio de temporada 2025 notablemente decepcionante. Cayó en los cuartos de final del Open de Australia, consiguió ganar el ABN AMRO Open Rotterdam, pero desde entonces solamente ha sufrido reveses. Todo comenzó en el Qatar Open contra Jiri Lehecka, antes de caer en los dos primeros Masters 1000 del año antes de lo que se esperaba.
En Indian Wells llegó hasta semifinales, perdiendo contra el futuro campeón Jack Draper. Pero en el Miami Open ha sido la gota que ha colmado el vaso. El murciano ha caído en su estreno en el torneo contra un jugador como David Goffin. El belga llegó a ser Top 10 y subcampeón en las ATP Finals, pero su juego se adapta mucho menos al tenis de hoy en día que el de Carlos Alcaraz.
Sin embargo, no es lo que se vio en el partido que los enfrentó. Carlitos dijo antes de empezar el año que le gustaría ser un jugador más regular y está muy lejos de conseguirlo. Sigue teniendo saltos de concentración en demasiados momentos importantes de los encuentros. Disputó su segunda ronda de noche, con unas condiciones que seguramente le beneficiaban menos que durante el día.
Pero eso no es excusa para perder contra el número 55 del mundo y menos tras ganar el primer set. Ya en la manga inaugural se encontró el primero por debajo en el marcador. Tuvo que remontar y lo hizo a lo grande, consiguiendo llevarse el parcial gracias a un final extraordinario que lo puso 7-5. Aunque a partir de ahí, todo fue cuesta arriba.
La bola no le avanzó como de costumbre, estuvo muy mal en el saque. Sabemos que ha cambiado su técnica y puede llevar tiempo adaptarse. Pero la cosa es que Goffin fue superior durante gran parte del duelo, demostrando que es un tenista experimentado y fallando muy pocas bolas, como nos ha tenido siempre acostumbrados.
Ahora le va a tocar levantar cabeza, llegando a un momento del curso que normalmente le gusta, la tierra batida. Jugará sin duda los Masters 1000 de Montecarlo, Madrid y Roma, además del ATP 500 de Barcelona. Será su preparación habitual para tratar de defender su título en Roland Garros. Tiene muchos puntos que defender entre París y Wimbledon, por lo que tiene que aprovechar los torneos anteriores para sumar lo máximo posible.