Drake se ha caracterizado en los últimos tiempos por realizar apuestas más que atrevidas que le han llevado a perder una gran cantidad de centenas de miles de dólares. Su última locura la ha hecho para la final individual masculina del
US Open, donde ha metido una buena suma de dinero a que
Taylor Fritz va a derrotar al número 1 del mundo
Jannik Sinner y levantar su primer trofeo de Grand Slam.
Sinner es el favorito, pero las expectativas son altas para Fritz, sobre todo porque es el primer estadounidense que llega a la final desde Andy Roddick en 2006, cuando perdió ante Roger Federer. Para encontrar al último campeón local, hay que remontarse a 2003, cuando Andy Roddick derrotó en la final a Juan Carlos Ferrero (actual entrenador de Carlos Alcaraz).
Drake apuesta fuerte por Taylor Fritz para ganar el US Open
Uno de los partidarios de Fritz es el cantante Drake, que ha hecho una gran apuesta a favor del número 12 del mundo. El rapero canadiense apostó 210.000 dólares, unos 160.000 euros, a que Fritz ganaría el título. Publicó una captura de pantalla en Instagram mostrando su apuesta, que, si tiene éxito, le reportará 800.500 dólares (616.000 libras).
"Continuando con mi récord como el apostador deportivo más atrevido de la historia con más pérdidas", escribió en su historia, añadiendo unos emojis de risa. "Yendo con el underdog @stake".
Sin embargo, Drake no tiene el mejor historial en lo que a apuestas se refiere. De hecho, la mayoría de sus apuestas públicas no han dado resultado, y se le ha apodado "la maldición de Drake" debido a sus predicciones fallidas.
Drake ha apostado a diferentes deportes y ha perdido grandes sumas de dinero. Una de sus mayores pérdidas se produjo en el UFC 281, donde perdió casi 1,24 millones de libras tras apostar por Israel Adesanya, que fue noqueado por Alex Pereira. También perdió 400.000 y 347.000 libras tras apostar de nuevo por Adesanya en el UFC 293 y el UFC 305.
También apostó a que Argentina ganaría a Francia en la final del Mundial de Qatar 2022. La apuesta del canadiense exigía que Argentina ganara en los primeros 90 minutos, pero necesitó tiempo extra para asegurar la victoria, lo que le llevó a perder más de 800.000 libras.