Jannik Sinner está viviendo unos últimos días un tanto particulares. Unas horas después de ganar el Cincinnati Open, el tercer Masters 1000 de su carrera, salió a la luz que el italiano había dado positivo en dos tests el pasado mes de marzo. La WADA (World Anti Doping Agency, Agencia Mundial Antidopaje) ha anunciado que todavía podría apelar al TAS.
El número 1 del mundo se libró de una sanción a pesar de no superar dos controles antidopaje debido a la presencia de la sustancia prohibida Clostobol en su muestra de orina. Pero ahora Sinner, que aunque se encuentra bajo un escrutinio mucho mayor, podría volver a la carga.
Según confirmó a ASB Zeitung, la WADA podría llevar el caso ante el TAS si lo considera necesario tras una exhaustiva deliberación. Este fue el camino alternativo que tuvo que tomar Simona Halep para limpiar su nombre y no verse sometida a escrutinio una vez más. Así que Sinner podría seguir el camino inverso.
Meses después, se confirmó que había dado positivo dos veces por Clostebol, una sustancia prohibida, los días 10 y 18 de marzo, por lo que fue suspendido provisionalmente del 4 al 5 de abril y del 17 al 20 de abril, cuando se realizaron los controles. Apeló en ambas ocasiones y tuvo éxito en las dos. Según las normas de la WADA, si se acepta una suspensión provisional, permanece en el anonimato.
Esta es la vía por la que Sinner salió indemne y no llegó a la opinión pública. La opinión pública no se enteró hasta que el ITIA confirmó que no había cometido ninguna falta o negligencia.
El equipo del italiano dijo que entró en el cuerpo de Sinner a través de su fisioterapeuta. Éste utilizó el spray para un corte en el dedo que contenía la sustancia prohibida. Después le dio un masaje con las manos desnudas. Sin embargo, Sinner ha recibido críticas vehementes, sobre todo de jugadores de la talla de Nick Kyrgios y Denis Shapovalov.
El primero pidió que Sinner siguiera el mismo camino que otros y cumpliera una sanción de dos años, ya que a pesar de no haberlo hecho a sabiendas, dio positivo dos veces. Sin duda, será una tormenta que no desaparecerá pronto para el italiano.
