El italiano
Jannik Sinner ha creado una fundación con un noble propósito. El tenista de 23 años, reconocido como uno de los mejores jugadores del circuito masculino junto al español Carlos Alcaraz, atravesó un momento complicado al no superar dos controles antidopaje en marzo del año pasado por la presencia de clostebol, una sustancia prohibida.
En un primer momento, el actual número uno del mundo logró evitar cualquier sanción, ya que la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) lo declaró inocente tras una audiencia detallada, en la que su abogado alegó que la sustancia se halló en su muestra debido al contacto estrecho con su fisioterapeuta Naldi, quien utilizaba un espray para tratarse un corte en un dedo.
Sin embargo, la situación se complicó cuando la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) apeló la decisión de la ITIA ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), solicitando una sanción de dos años para el tres veces campeón de Grand Slam. El caso se resolvió en febrero, cuando ambas partes alcanzaron un acuerdo que estableció una suspensión de tres meses para Sinner. Su sanción finalizará a principios del próximo mes, permitiéndole participar en el Masters de Roma.
A pesar de haber atravesado este episodio, Sinner ha lanzado su propia fundación, denominada Sinner Foundation. En un comunicado de prensa, el ganador del Open de Australia 2025 explicó que el objetivo de la fundación es brindar oportunidades a los jóvenes, bajo la premisa de que todos merecen una segunda oportunidad.
"Todo el mundo merece la oportunidad de perseguir sus sueños. Para mí, es un honor apoyar a los niños y a los jóvenes deportistas", expresó Sinner. "El deporte me ha enseñado lecciones invaluables: disciplina, resistencia y la importancia de ser fiel a uno mismo, enseñanzas que creo que vale la pena compartir. Con nuestro trabajo, queremos mostrar a los niños lo que es posible, no sólo en el deporte, sino también en la vida".