Taylor Fritz lanzó un aviso en Turín al iniciar su andadura en las
ATP Finals con un triunfo en dos sets ante Lorenzo Musetti, 6-3, 6-4, en el estreno del Round Robin del Grupo Jimmy Connors. El estadounidense, actual número 5 del mundo, llegaba al torneo bajo la presión de sus perseguidores en el ranking ATP, pero se mostró sereno y preciso en un partido que rara vez se le escapó del guion.
A sus 28 años estuvo clínico al saque y agresivo al resto, neutralizando la creatividad de Musetti con su tenis pesado desde el fondo. Para Fritz, además, supuso un desahogo personal: tras perder sus tres duelos previos con el italiano, por fin encontró el ritmo y las condiciones para ejecutar su plan. La pista rápida bajo techo se ajustó como un guante a su juego de potencia.
Tras el partido, Fritz explicó que no fue tanto una cuestión de estrategia como de ejecución y adaptación a la superficie. “Oh, no sé si fue realmente estratégico”, dijo en una entrevista con
Tennis Channel. “Creo que se trata más de las cosas que quiero hacer contra él y que funcionan mejor en una pista rápida. En una pista lenta, esas cosas son mucho más difíciles de hacer”.
Recordó su anterior cruce en Wimbledon y sugirió que incluso la hierba favoreció el estilo bajo y flotado del italiano. “Obviamente, me ganó aquella vez en Wimbledon, pero incluso con la hierba sentí que eso casi le ayudaba a él también. La pelota se moría y yo siempre tenía que levantarla; no podía realmente cerrar los puntos”, explicó Fritz. “Aquí, la pista es rápida, así que cuando cortaba, no sentí que tuviera que ir al límite solo para hacerle daño. Podía mantenerme agresivo y aun así apurarle”.
Encontrar calma bajo presión
La compostura de Fritz se puso a prueba al final, cuando un par de errores le complicaron el último juego, pero tiró de su mayor arma —el saque— para salir del aprieto. “No diría que estuve tan frío y tranquilo, la verdad”, admitió con una sonrisa. “Fallé dos bolas que no debería haber fallado para ponerme 0-30, así que me dije: ‘Vaya, la estoy liando desde el fondo ahora mismo’. Por suerte, metí cuatro buenos saques”.
Ese momento resumió la madurez competitiva de Fritz. Incluso cuando apareció la tensión, encontró claridad y confió en los fundamentos, una constante en su sólido 2025. Esta temporada, el californiano supera ya el medio centenar de victorias y suma dos títulos, rebasando los cinco millones de dólares en premios. Las ATP Finals le ofrecen ahora una ocasión de oro para coronar el curso con brillo.
Objetivo, revancha en Turín
Hace doce meses, Fritz alcanzó la final en Turín antes de caer ante el número 1 del mundo, Jannik Sinner. Esta vez regresa decidido a dar un paso más. “He jugado bien aquí en el pasado, así que busco otro buen resultado”, señaló. “Es uno de esos lugares donde te sientes cómodo y esperas rendir sólido. Ganar este primer partido es enorme para mis opciones de salir del grupo —ese es el objetivo principal ahora mismo”.
El triunfo ante Musetti puede ser clave en la clasificación, donde cada victoria suma puntos valiosos. Fritz se medirá ahora a Carlos Alcaraz, que derrotó a Alex de Miñaur en su debut con una actuación impecable que le deja líder del grupo.
Será un reto mayúsculo, dado el dominante cara a cara del español, 5-1. No obstante, Fritz puede apoyarse en su reciente triunfo en la Laver Cup, una de las dos únicas derrotas que Alcaraz ha encajado desde su regreso a pista dura. Aun así, el español ya se cobró la revancha en la final del Tokyo Open, con un convincente 6-4, 6-4.