Stefanos Tsitsipas se separó el mes pasado de su padre como entrenador y Apostolos abandonó finalmente su lado. Jerome Bianchi, un fisioterapeuta que trabajó anteriormente en el equipo del griego, ha calificado de "perjudicial" su forma de actuar.
Tsitsipas se separó de su padre después de que las tensiones estallaran en el Abierto de Canadá. El griego fue derrotado por Kei Nishikori y después de que le dijera que se callara, lanzó un mordaz ataque y luego decidió poner fin a su asociación de forma repentina.
Aunque fue criticado porque Tsitsipas sigue viajando con el equipo, como se explicaba en el comunicado, por lo que su influencia sigue siendo de algún tipo.
"Su relación no es sostenible desde hace años, su forma de actuar es perjudicial", declaró Bianchi a L'Equipe.
"Cada vez que Stefanos quería romper con su padre, su madre corría y le decía: 'No puedes hacerle esto, te ha dedicado su vida'. Y él se sentía culpable".
"Se da cuenta de que se está haciendo mayor y de que su carrera no ha sido lo que debería haber sido".
"Con gran pesar os informo de que mi colaboración con mi padre como entrenador ha llegado a su fin. Prefiero mantener a mi padre en su papel de padre, y sólo como padre", escribió Tsitsipas en su comunicado del mes pasado.
"Mi padre se ha esforzado en los últimos años por formarme, educarme correctamente y aportarme conocimientos y sabiduría, tanto dentro como fuera del campo. Se lo agradezco. Le agradezco los sacrificios, el dolor y el sufrimiento que ha soportado para que esta empresa fuera un éxito.
"A partir de ahora, su papel se mantendrá dentro de los límites de la función paterna, y sólo eso. Mi padre seguirá viajando conmigo y estará ahí para apoyarme y ayudarme fuera del campo, como siempre he querido.
"He confiado a mi padre el papel de entrenador durante muchos años, y considero que nuestra asociación ha sido un éxito".