Tras días de lucha,
Carlos Alcaraz se enfrentará a
Novak Djokovic en la final de los
Juegos Olímpicos de París 2024. El español buscará la medalla de oro contra el serbio, que jugará su primera final olímpica, y que espera conseguir también en su última oportunidad para lograrlo.
A diferencia del cuadro femenino, en el que se produjeron varias sorpresas y una final que nadie vio venir, el cuadro masculino se desarrolló casi exactamente como la mayoría de la gente suponía. Por un lado, el gran favorito, Carlos Alcaraz, demostró una gran resistencia y arrolló cómodamente a todos sus rivales para llegar a la final. En el otro lado, vimos a Novak Djokovic jugar uno de sus mejores partidos de este año, un testimonio de su grandeza.
Es un enfrentamiento entre dos de los mejores jugadores de este evento y probablemente dos de los mejores del mundo en este momento. No es sólo una final, es una batalla por la supremacía. Es la mejor final posible con el enfrentamiento más emocionante sobre una superficie, lo que la hará aún mejor, así que veamos cuál de estos jugadores tiene más probabilidades de ganar.
Djokovic aún lo tiene
Si había alguna duda sobre si Novak Djokovic podía seguir siendo competitivo contra algunos de los mejores jugadores del mundo, los dos últimos meses han demostrado que sí. Después de encontrar la forma en Roland Garros, Djokovic demostró sobre hierba que sigue siendo uno de los mejores jugadores del mundo. Llegar a la final de Wimbledon después de una operación de rodilla es un gran logro, y aunque todo el esfuerzo terminó en derrota, fue el tipo de inyección de confianza que Novak Djokovic necesitaba antes de los Juegos Olímpicos de París, un torneo en el que tiene puestas sus miras desde hace mucho tiempo.
Volver a estas pistas después de lesionarse la rodilla aquí siempre iba a ser algo emotivo y complicado. El serbio lo ha llevado de maravilla y, en general, ha jugado un tenis excelente para llegar a la final. Hubo partidos complejos y momentos difíciles, pero fue capaz de sobreponerse a todo eso para darse la oportunidad de lograr algo que nunca había hecho: ganar una medalla de oro.
Novak Djokovic tratará de lograr su misión final. Una medalla de oro.
La motivación es muy alta, ya que Djokovic admitió más de una vez este año que los Juegos Olímpicos son su principal objetivo. Es su sueño ganar esa medalla para su país, que no tiene demasiadas medallas de oro, y no haberlo hecho hasta ahora es enormemente lamentable. No será fácil, porque se enfrenta al rival más duro posible por ese honor, pero sin duda lo intentará.
Estas últimas semanas nos han demostrado que sus problemas a principios de año, aunque reales, eran un poco exagerados, y que está lejos de dejar de ser competitivo. Puede que no esté claramente por encima de los demás, pero desde luego aún no está acabado. Esta carrera lo ha demostrado, y ganar el oro no haría más que reafirmarlo.
Excelencia continuada de Alcaraz
Si la trayectoria de Djokovic hasta la final fue impresionante, la de Carlos Alcaraz en los últimos meses ha sido francamente asombrosa. El español vio cómo el ciclo de noticias de tenis adoptaba a Jannik Sinner como su nuevo favorito después de que el italiano ganara el Open de Australia y siguiera jugando bien. Él mismo pasó apuros en la tierra batida de Sudamérica y se lesionó, lo que dejó a muchos sin saber por dónde irían las cosas.
Ganó Indian Wells para recordarnos que sigue ahí, pero también sufrió más lesiones durante la temporada de tierra batida, perdiéndose la mayor parte de ella. Las cosas encajaron en Roland Garros, donde Alcaraz encontró un ritmo realmente bueno y jugó como un loco. Los complicados duelos contra Jannik Sinner y Alexander Zverev fueron decisivos para su confianza, ya que en ambos pasó apuros pero acabó ganando.
El resultado final de todo ello fue la conquista de su tercer trofeo de Grand Slam en París, que le desbloqueó las cosas. Era el gran trofeo que esperaba desde hacía tiempo, y llegaba tras una agotadora racha en la que se puso a prueba en numerosas ocasiones. La inyección de confianza fue significativa y la final de Wimbledon fue la mejor muestra de ello.
Carlos Alcaraz intentará desbaratar una vez más a Djokovic.
A pesar de una preparación algo mediocre para Wimbledon y de algunos emparejamientos realmente complicados en las primeras rondas, Alcaraz llegó a la final del torneo con una confianza suprema. Ya había ganado antes a Djokovic en la final, pero aún así se enfrentaba a uno de los mejores jugadores de hierba de la historia. La frialdad con la que habló de ganar el trofeo fue asombrosa. Sabía que iba a ganar, y aunque muchos estaban desconcertados, la respuesta llegó al principio del partido. Alcaraz se enfrentó al serbio, lo dominó con facilidad al principio y ya no lo soltó.
Un final algo complicado en el tercer set eclipsó lo desigual que fue esta final, porque Alcaraz le aplastó absolutamente, y sabía que lo haría. Ese tipo de confianza también ha estado presente en París, ya que ha superado el cuadro y, lo que es más importante, ha jugado mejor cada partido. Tras su victoria en semifinales, declaró que iba a ganar la medalla de oro, que es lo mismo que hizo en Wimbledon.
La final definitiva
Esta final Djokovic-Alcaraz es, en muchos sentidos, la final definitiva que podemos tener ahora mismo en el tenis. Por un lado, tenemos a Novak Djokovic, que tiene muchos interrogantes. En el partido contra Stefanos Tsitsiaps tuvo que hacer un descanso médico debido a unas pequeñas molestias en la rodilla y admitió después del partido que eso le preocupaba.
Ninguno de esos problemas se presentó en el siguiente partido, así que parece que las cosas están bien, pero es algo que hay que recordar porque en tierra batida el movimiento es muy importante. Si su rodilla no le permite moverse tan bien como puede, tendrá un gran problema contra Carlos Alcaraz, que le moverá de lado a lado en cada peloteo.
Por otro lado, también tenemos a un Djokovic increíblemente motivado que, en situaciones como ésta, siempre encuentra algo que creíamos imposible. Hacerlo contra Alcaraz sería increíble, pero ¿apostarías tu vida a que no puede hacerlo? No estoy seguro de que mucha gente hiciera esa apuesta, y esa es la cuestión. El respeto que inspira siempre estará ahí. En un plano más general, su nivel ha sido muy alto, aunque no el mejor. Le han roto tanto Nadal como Tsitsipas y Musetti, así que su saque se puede romper.
También puede verse desbordado en los peloteos, especialmente con la potencia de Alcaraz, por lo que puede ser derrotado. ¿Puede ganarle Alcaraz? Por supuesto. El español es el favorito nominal en éste, y es en gran parte por cómo se fue la final de Wimbledon. Si ese partido hubiera sido competido, como la final de Wimbledon del año pasado, probablemente habríamos tenido cuotas similares aquí, pero después de que Alcaraz ganara tan fácilmente, es difícil imaginar que las cosas vayan de otra manera en tierra batida. Sobre todo tiene que ver con la superficie, ya que Alcaraz juega muy bien en ella.
Piénsalo. Tenemos a un jugador más joven que se mueve mejor que Djokovic en este mismo momento, que tiene más potencia en sus golpes y que, en general, puede golpear cualquier punto de la pista desde cualquier otro lugar de la pista. Otro aspecto crucial para Alcaraz es el saque, que ha mejorado mucho y ha funcionado muy bien en las últimas semanas. Realmente ha desbloqueado su juego, de forma similar a como Sinner desbloqueó el suyo con el saque, por lo que el saque ya no se puede romper fácilmente. Es una gran ventaja para cualquier jugador, especialmente para él, que ya era uno de los jugadores más peligrosos al saque.
Entonces, ¿cómo se supone que Djokovic va a vencer a Alcaraz? No lo hará, y esa es la cuestión. Estamos en un momento de la historia del tenis en el que Alcaraz ha superado tanto a Djokovic que no necesita su mejor versión para ganar este partido, y Djokovic sí. Si Alcaraz saca lo mejor de sí mismo, ya hemos visto en Wimbledon que la cosa no está ni cerca. La diferencia en tierra batida sería aún mayor, y por eso el español es favorito para ganar la medalla de oro.
Por eso tiene tanta confianza en que ganará el oro, porque las probabilidades están enormemente a su favor. La experiencia es una de las pocas cosas que podrían beneficiar a Djokovic. Alcaraz ha demostrado en el pasado que puede ponerse un poco nervioso en los momentos importantes, y si eso ocurre y Djokovic aprovecha esa oportunidad, entonces el partido podría ponerse interesante. Como se puede ver, es un caso bastante claro de agarrarse a un clavo ardiendo, lo que pone aún más de relieve que Djokovic se enfrenta a un reto muy duro.
Aunque todo lo que siempre ha querido está al otro lado de este próximo desafío, es uno de los mayores a los que se ha enfrentado en su carrera, porque al otro lado de la red está un jugador al que no le importan sus sueños. Alcaraz está aquí para hacer realidad su sueño, y después de que todo esté dicho y hecho, hay muchas posibilidades de que le entreguen la medalla de oro.